sábado, 20 de marzo de 2010

Revista trimestral de Literatura. Numero 1 Abril-Junio de 2010


Letras de la errancia para trastabillar en las cantinas


Escriben: Eusebio Ruvalcaba, Carlos Bortoni, Felipe Garrido, Gabriel Rodríguez Liceaga, Max Rojas, Eduardo Rivera, Edgar Pérez Pineda, R Israel Miranda Salas, Jaime Coello entre otros.


Próximamente en librerías, cafeterías, cantinas, pulquerías y congales de prestigio.


Manténgase pendiente de las próximas presentaciones.

Abril de 2010. 
 

Los libros nacen con todo en contra. Si uno se asombra de que nazca un niño, doble asombro habrá de causar que nazca un libro”. Esto lo asegura el escritor mexicano Eusebio Ruvalcaba. Y si los libros nacen con todo en contra, las revistas que versan sobre ellos aún más. Nacen en contra del sentido común y del buen gusto; en contra de la utilidad, del amor y de los amigos; en contra de la economía familiar y en medio de la hecatombe financiera; en contra de las mujeres y el buen trago; en contra de la ecología y de cualquier viso de optimismo; e incluso en contra de otras revistas.

 

Ahora bien, la pregunta entonces es ¿por qué publicar una revista?. O siendo más específico: ¿por qué hacer una revista de literatura cuando todo, desde el principio, se orienta al fracaso, cuando no existe un sólo dejo de esperaza, si acaso la literatura misma? Se podrá pensar entonces, que porque somos necios y tenemos mucho que decir o que hemos descubierto la neta o algún hilo negro. Que porque hemos sido inoculados por sueños y esperanza. Pero no, se equivocan los que piensan eso. Nosotros, grandes testarudos – o cuando menos los que hacemos esta revista – somos sólo dueños de dudas y vacilaciones. El vacío nos pertenece. No tenemos herencia, prosapia o linaje alguno. Somos pues, los bastardos pero eso no nos hace languidecer.

 

A nosotros los bastardos de la uva, la literatura nos acogió, nos rescató de la orfandad en un gesto de infinita conmiseración, llegamos a ella por mera rebeldía. Por necedad. Se incrustó en nuestro torrente sanguíneo como bebida espirituosa e igual nos llevó a zonas de alto riesgo. Tal vez esa sea la razón de fondo. Que somos proclives a la aventura. A la caída expuesta. Tal vez sea por eso que nos decidimos a crear una revista de literatura, aún en contra de los argumentos más ínclitos y sólidos. A publicar un manuscrito que reuniera letras de la errancia para poder brindar y trastabillar a gusto en las cantinas.